Entre la fantasía delgada y la realidad dolorosa: la era Ozempic
Realmente estamos tratando cuerpos o síntomas? o un aspecto psicológico? o se podría describir por una psicosis por ser delgados
Pareciera que el internet de un día para otro se lleno de cuerpos delgados, de la crítica a los cuerpos delgados, del deseo, del miedo, de la angustia y todo lo que tiene que ver alrededor de los cuerpos delgados. Todo alrededor de la gran tentación que pareciera que una simple inyección, podría dejar esa lucha constante con la pérdida de peso.
Para esta generación que vivió la delgadez extrema de los 2000, donde todas queríamos ser Kate Moss, llevó a muchas mujeres a vivir en dietas, a una constante lucha de sobrevivencia psicológica, más allá de la salud física y mental. Unos años después llegan los cuerpo más fuertes y más saludables, donde parecía que el volumen comenzaba a ser aceptado y una generación ya no tan joven, empieza a tener un respiro con una búsqueda de un cuerpo no tan estandarizado y tal vez un poco más diverso, y donde el comer era permitido y necesario. Cuando de repente, aparecen nuevamente estos cuerpos delgados y juntos con ellos una simple inyección.
A esto llega otra vez una tortura mental, y como lo dijo la influencer Daniel Rodriguez en las redes “Nos agarra la idea de querer ser asi, flaquita flaquita, asi super chuapada, ¿como si estuvieras enferma?, y por algo nuestro cerebro nos manda la señal de querer estar así…
De qué me hablas porque nos gustaría estar enferma, y sale el ozempic, sale Christina Aguilera y tantas artistas con unos bracitos, pero con una cabezota, pero esos bracitos y me estas diciendo que todos los sufrimientos de muchos años se va terminar con una inyección”
Estas palabras nos ponen a pensar y no por juzgar sino para entender que hay detrás”. La psicóloga Ana Pau Molina en @acuerpada nos explica. “Muchos hemos estado ahí, en esa fantasía de solo un tantito más flaca, aunque nos cueste el hambre, la alegría, la energía, y no es porque estemos mal, hemos sido herida por el sistema, porque crecimos en mundo que nos enseñó a querer desaparecer, el problema no es desearlo, sino que te lo vendan como salud, el problema es que una industria gane mientras tu sufres, la eres del ozempic no llegó por casualidad, es una respuesta a nuestro cansancio de este tipo de violencia, porque nos prometieron que la delgadez lo va a sanar todo, pareciera que la delgadez es la única salida. y es ahí donde el sistema gana, ofreciendo una cura mágica para un dolor que ellos mismos crearon, lo que está mal es que vivir así es normal”.
Al final, es importante hacer hincapié y entender la esencia de este medicamento que fue creado para tratar la diabetes tipo 2 se ha convertido en uno de los protagonistas más polémicos del siglo XXI. Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida, pasó de los consultorios médicos a los titulares de moda, redes sociales y alfombras rojas. Hoy no solo se habla de su eficacia para bajar de peso, sino también de sus profundas consecuencias sociales, psicológicas, económicas y de salud.
¿Cómo funciona Ozempic? Reduciendo el apetito a nivel cerebral y aumentando la sensación de saciedad. Esto llevó a que muchas personas comenzaran a utilizarlo fuera de su indicación médica original, buscando una pérdida de peso rápida. Celebridades, influencers y figuras públicas impulsaron indirectamente su popularidad, convirtiéndolo en un símbolo del nuevo ideal corporal: delgadez rápida, sin espera y sin esfuerzo aparente.
Este fenómeno reactivó una presión estética que parecía haberse suavizado con los movimientos de aceptación corporal. Hoy, la delgadez vuelve a ocupar el centro del escenario, ahora con ayuda farmacológica.
Pero se tiene que entender que una inyección no es el final del cuento, y que esté lo más seguro es que no tendrá un final feliz, ya que este ahora es el comienzo de una lucha contra de dependencia psicológica sin hablar de las consecuencias físicas, que al final solo cumplmen las expectativas de un capricho.
Lo que nos ha llevado a entender que ¿estamos tratando cuerpos o síntomas? ¿Estamos realmente tratando la obesidad como una enfermedad compleja o sólo estamos respondiendo a una exigencia estética disfrazada de salud?
La pérdida de peso no garantiza bienestar emocional, salud metabólica ni una relación sana con el cuerpo.
Texto: Lorena Gonzalez @beautymayab